El Secreto 2: Técnica de control de oclusión en 2 fases

Según el concepto general, para el control de oclusión sólo se deben usar papeles ultra delgados, lo cual en teoría puede ser correcto. Pero en la práctica es muy difícil, pues dichos contactos oclusales son – a menudo – del tamaño de la punta de un alfiler. Por ello, deberían ser visualizados con medios de control precisos que dejen una coloración nítida.

En superficies oclusales secas (modelo en articulador), la marcación no es problema, pero apenas las superficies oclusales se impregnan con saliva, la marcación se vuelve poco o nada visible, especialmente sobre cerámica y superficies metálicas.

Muchas veces entonces se deduce que no hay contactos prematuros, porque no se ve nada. Pero el motivo de la deficiencia en la marcación del papel sobre superficies oclusales húmedas tiene razones químicas y físicas: el recubrimiento de color de todos los medios de control de articular tipo «foil» y de algunos tipo papel consta solamente de cera, aceite y pigmento (mezcla hidrofóbica que no armoniza con la saliva).

Para poder ver hasta los puntos de contacto más ínfimos, la capa de pigmento debe tener una alta fuerza de cobertura. Y esto es justamente lo que ofrece Bausch: un método a prueba de fallas que asegura una marcación perfecta incluso en las situaciones más difíciles.

El Secreto:  Los papeles de 200 y 100 micras
con coloración progresiva

Este papel tiene una estructura esponjosa que permite un gran almacenamiento de color que es liberado con la presión masticatoria. Si la mordida es leve, dejará una marca clara, y si es fuerte, dejará una marca oscura.

Pero además, este papel contiene un adhesivo especial llamado Transculase®, que adhiere el color a la superficie oclusal, permitiendo una marcación excelente en superficies húmedas, metales pulidos o cerámicas altamente pulidas.  El profesional logra así una idea exacta de la distribución de las fuerzas masticatorias en la oclusión normal. 

Explicaremos ahora cómo se debe «leer» esta transferencia de color.

Para interpretar correctamente las relaciones oclusales se requiere de la combinación de 2 papeles, y por eso Bausch denomina a esta técnica, la técnica de 2 fases.      Se deben combinar un papel progresivo (100 o 200 micras) y un folio delgado (12 ú 8 micras).

La combinación de ambos papeles ofrece ventajas especialmente sobre superficies oclusales de difícil control (oro, cerámica).

Veamos el método de 2 fases:
En la primera fase el control se lleva a cabo con papel de 200 ó 100 micras de color azul, (transfiriendo los pigmentos y una fina capa de adhesivo Transculase a la superficie oclusal).

En la segunda fase se utiliza un folio delgado ( por su alta intensidad y excelente contraste con el azul). La transmisión del color rojo mejora notablemente gracias al adhesivo Transculase transferido anteriormente por el papel progresivo y esponjoso. Este método ofrece una seguridad máxima. Ahora, los contactos prematuros se ven perfectamente y no pueden pasar desapercibidos por una visualización deficiente.

Los contactos borrosos que generan los papeles progresivos esponjosos (200 ó 100 micras, azules o rojos) tienen una función adhesiva y ofrecen un fondo perfecto para la visualización precisa de las relaciones de contactos oclusales que se medirán a continuación con los folios delgados (12 u 8 micras). Éstos deben ser de colores contrastantes con el fondo seleccionado. De esa forma, el contacto prematuro se identificará en forma clara y precisa. 

Presentaciones para utilizar la técnica de 2 fases:

200 micras x 300 hojas – BK 101 azul ó BK 102 rojo
100 micras x 50 hojas – BK 57 azul ó BK 58 rojo
12 micras x 20 mts. Arti-Fol Metallic – 22mm: BK 33 azul, BK 31 rojo
12 micras x 20 mts. repuesto de rollo Arti-Fol doble faz – BK 1028 rojo/negro
8 micras x 20 mts. repuesto de rollo Arti-Fol 1 faz – BK 1025  rojo // 1027 azul