La selección y el empleo correctos
de los instrumentos dentales rotatorios.
Dr. Karlholnz Kimmel
Se hace con frecuencia necesario atraer la atención del odontólogo hacia la selección y el empleo correcto de los instrumentos, tal como la hacen, entre otros, los artículos del autor. En efecto, si se descuidan las reglas fundamentales , resulta a veces imposible evitar complicaciones del orden higiénico y material. Dada la calidad, por ejemplo, de buenos instrumentos de diamante y de tungsteno, para nadie representa una dificultad, utilizando productos de marca, el lograr una técnica de trabajo óptima.
Una falta que se constata frecuentemente consiste en la flexión o rotura de los instrumentos al introducirlos en la turbina, la cual puede evitarse usando de manera competente el dispositivo previsto para esto. El manejo incorrecto (hacia el cual es indispensable atraer la atención de la asistente del dentista) conduce a la desviación del instrumento, a su ruptura y al deterioro de los cojinetes de la turbina y de la pieza angular. Esto sucede muy comúnmente en piedras con punta finísima, como D3 o la 859 para slice, o con las 392 y 8392 y similares para diagnóstico en fisuras. SIEMPRE es porque se utiliza mal el colocador de fresas. Este peligro se presenta también cuando se utilizan instrumentos muy largos (instrumentos del tipo de un largo de más de 21 mm.) en un dominio de velocidad de rotación que supera las 120.000 rpm. Deben revisarse siempre en las cajitas las rpm. máximas permitidas para cada instrumento.
Aquí se recomienda la técnica de preparación con una pieza angular de anillo rojo, el cual, movido por el micromotor, funciona en esta zona de velocidad. Una falta esencial reside en el empleo de instrumentos mas allá del límite de su duración de utilización conveniente. Es muy común. que los profesionales sigan utilizando piedras que ya no están funcionales.
Al seleccionarse los instrumentos debe darse la preferencia a un pequeño número de tipos y de tallas en cantidad suficiente, antes que a una multitud de instrumentos de todos los géneros, cuyo empleo en ciertas condiciones es bastante impreciso. Los mismos principios son válidos igualmente para el mecánico dental quien, de la misma manera, debería tener presente la máxima según la cual «la reducción de números de tipos y la calidad favorecen el desarrollo del trabajo», aunque manteniendo el criterio de que cada uno tiene una función específica.
Hay fresones que pueden utilizarse en más de un material, pero para maximizar su duración, lo ideal es tener diferentes según el material (para acrílico uno, para metales duros otro, etc.)
Recomendaciones para la selección y el empleo
de instrumentos dentales rotatorios
- Para cada especie de preparación es necesario prever y realizar un método, el equipo de instrumentos y su inserción en el complejo total de tratamiento.
- Los consejos relativos a la velocidad de rotación, la presión y otras condiciones previas deben ser examinados y armonizados con el propio sistema seleccionado.
- Sólo los elementos del equipo y los instrumentos en perfecto estado son racionales.
- Los procesos de asistencia y vigilancia deben ser sistematizados de acuerdo a criterios higiénicos y técnicos de la medicina dental.
- Para cada proceso de preparación es necesario tratar de lograr una posición y una actitud de trabajo óptimas, así como una posición favorable (sentado o acostado) del paciente.
Para instrumentos de metal duro o diamante
utilizados en la práctica dental con turbina o micromotor,
resulta ventajoso observar
las reglas de empleo recomendadas:
- Utilizar de preferencia productos de marca y calidad comprobadas.
- No utilizar nunca sólo fresas o sólo diamantes , pues, si para algunas tareas la fresa trabaja de manera óptima, para otras el diamante es el indicado.
- Utilizar constantemente fresas y diamantes bien afilados. Instrumentos sin filo exigen presiones de trabajo anormales, que ocasionan inconvenientes considerables, en particular una enorme generación de calor que puede afectar la pieza dental y un desgaste rápido de la turbina.
- Dar preferencia a formas con un largo normal (19 mm.) y delgadas (no las más delgadas), salvo que sean imprescindibles para el caso clínico a tratar. Mientras más pequeño es el diámetro de la cabeza, más reducida es la estabilidad y más rápido gira la parte activa, con lo cual un desgaste mayor es normal.
- Los instrumentos largos y puntiagudos deben utilizarse a lo largo de TODA la superficie activa y no sólo sobre la punta. De esta forma se evita un aumento inconsciente de la presión de trabajo que puede derivar en un recalentamiento local.
- Para introducir o para extraer los instrumentos, no utilice Ud. cualquier cambiador de fresas, sino únicamente aquel que corresponde a su accionamiento. Entre la cabeza de accionamiento y la pared interna del cambiador de fresas no debe haber juego, o debe haber un juego lo más reducido posible. No introduzca Ud. en ningún caso las fresas o los diamantes » con mano libre» en la cabeza de la turbina, para evitar todo riesgo de flexión.
- La fresa o el diamante debe alcanzar su velocidad máxima antes de comenzar con el proceso de fresar y de tallar. De lo contrario, pueden producirse rupturas en los filos o desprendmiento espotáneo de los granos de diamante de la ligazón. Esto también es común: los profesionales a veces accionan la turbina una vez que el instrumento está en contacto con la zona a trabajar. El golpe rompe los filos del tungsteno.
- Fresar «con pinceladas ligeras» y una presión de trabajo de 50 a 100 gramos (equivalente a la presión utilizada para escribir).
- Trabaje Ud. constantemente con la más alta velocidad de rotación. En caso de detención de la turbina, coloque Ud. cuidadosamente el instrumento en posición y recomience.
- No coloque los instrumentos torcidos ni efectúe palanca. Las fuerzas pueden aumentar, según las circunstancias, hasta 40 veces, de tal manera que, por ejemplo, de un efecto de palanca de 100 gramos, resulta una carga de 4 kilos para el instrumento, con la consecuencia posible de una deformación o de una ruptura. Esta es otra de las causas más comunes de ruptura de nuestro instrumental, no siempre notada o reconocida por el profesional.
- Los instrumentos torcidos deben eliminarse inmediatamente, pues de lo contrario corren peligro tanto el paciente como la turbina.
- Un enfriamiento constante (spray) se hace indispensable durante el proceso de fresado con el fin de reducir las muy altas temperaturas que se producirían en su defecto. En caso de instrumentos con un diámetro ISO mayor a 027, aumente el fluo de agua de refrigeración.
- No cambie nada en las fresas ni diamantes (acortar sus vástagos, etc.).
- Lave nuevamente los instrumentos después de su uso y remueva los eventuales residuos para mantener intacto su poder abrasivo. Para ello recomendamos la utilización de la goma abrasiva Diakleen de Intensiv.
- Desinfecte los instrumentos diamantados separados de los que no sean de acero inoxidable (puntas de gomas, abrasivos).
- Utilice únicamente soluciones de limpieza/desinfección que protejan contra la corrosión, respetando rigurosamente las concentraciones y los tiempos de reacción indicados por el fabricante.
- En caso de instrumentos particularmente sucios se recomienda la utilización de un recipiente de ultrasonido.
- Después de la desinfección, seque los instrumentos inmediatamente luego de enjuagarlos a fondo con agua.
- Nunca utilice para la esterilización esterilizadores de aire caliente no aptos para instrumentos diamantados.
- Deben evitarse temperaturas superiores a 180º C para no comprometer la vida útil del instrumento.
Para cualquier reclamo es necesario garantizar la posibilidad de seguimiento del lote del instrumento en cuestión, por lo cual solicitamos conservar el envase original durante todo el período de utilización. Esto le asegurará una pronta evacuación de dudas en caso de problemas con nuestro instrumental, algo que muy rara vez sucede.